El día 5 comenzó la campaña electoral de las Elecciones de 2012 al Parlamento Vasco. Se trata de una elección con unas características que la hacen singular: la primera vez que se realizan desde el «cese definitivo de la actividad armada» de ETA, con su rama política nuevamente legalizada, y después del primer periodo de Gobierno Vasco no nacionalista de la historia autonómica del País Vasco.
Hay muchos detalles cualitativos interesantes, pero quiero comenzar hoy por los cuantitativos, dado que el mismo día 5 salieron publicadas las dos primeras encuestas de intención de voto (este año se prevé que la crisis reduzca el número de encuestas, por otra parte). La primera la publicó el diario abertzale GARA, y la segunda fue iniciativa del CIS.
Pese a que el Gobierno Vasco en teoría va recopilando los resultados de las encuestas, he hecho un pequeño experimento para poder visualizar más fácilmente la comparación entre ellos. Mi pobre dominio del Google Docs no me ha permitido llegar más que a esto (comparación de las dos encuestas realizadas hasta ahora con los datos de las dos últimas elecciones al PV, 2001, 2005 y 2009), pero creo que nos sirve para ir teniendo algunas ideas de tendencias.
- La victoria del PNV es segura. Las dos encuestas coinciden en el resultado. Bildu le quitará dos o tres puntos porcentuales comparadas con 2009, pero poco más. Esto nos llevaría a un escenario de gobierno jeltzale, o bien con el PSE, o bien en minoría con pactos puntuales («aritmética variable», que le dicen). Con las encuestas en la mano el PP no sería apoyo suficiente, y un pacto estable con Bildu no les beneficiaría. En mi opinión, el PNV se mueve este año con dos grandes claves: quiere dar imagen de moderación y responsabilidad, y quiere hacer pagar al PSE la que consideran una «traición» (aprovechar la ilegalización del principal partido abertzale para gobernar «contra la mayoría social«). Por ello no disputará el voto a Bildu. ¿Formaría gobierno con el PSE a pesar de ello? Quizás sí, si Patxi López desaparece de la escena. Ahora, si la «aritmética variable» le permitiera valerse del PP en ocasiones, creo que la opción por el gobierno en minoría sería muy clara.
- Bildu «irrumpe»; ambas encuestan le dan 22 escaños. De todos modos, viendo las cifras la sorpresa quizá no deba ser tanta. En 2005, la suma de EH Y Aralar dio el 14,77%. Sumando (un poco espuriamente, sí) el dato de EA en solitario en las anteriores sale un 21,46%. Hasta el 25-26% de las encuestas podría deberse al stock de votantes que estaban esperando al fin de ETA para poder votarles. Influirán bastante en la legislatura, pero no serán una pieza determinante, creo. Aún no es planteable un pacto con el PSE, aunque probablemente lo sea en el futuro (Cayo Lara ya ha dicho que IU ya contempla pactar con ellos).
- El desplome del PSE puede deberse en parte simplemente a la crisis, pero quedarse ahí sería quedarse cojo. El PSE tenía una gran opción de rentabilizar ese «tiempo de libertad» conquistado, pero Patxi López ha defraudado a propios y a extraños, sólo ha podido sostener su gobierno mientras ha convenido a un inteligente Basagoiti, y ha acabado aislado. Ni en resultados ni en imagen han sacado provecho de estos tres años, por lo que su caída (¿de 25 a 14 escaños?) es estrepitosa. Habrá que ver cómo se rehacen: ¿negándose a pactar con el PNV para obligar a éste a «echarse al monte»? ¿O dando imagen de responsabilidad, como en tiempos de Jáuregui (lo que tampoco le dio grandes beneficios en su momento)?
- Mi hipótesis era que el PP, gracias al buen manejo de los tiempos de Basagoiti, al efecto del cese de ETA y a una cierta apertura «vasquista» que ha liderado, mejoraría sus resultados. Pero se ha encontrado con dos contratiempos: la propia crisis y la mala imagen de Rajoy, y que los pocos pasos que ha dado en la gestión del cese de ETA se han interpretado como «traiciones» desde parte de su electorado (como el caso Uribetxebarria Bolinaga); ambas cosas habrían podido mover a un conjunto de votantes a una opción más «estricta» en este aspecto, como es UPyD. En cualquier caso, la encuesta de GARA le mantiene el mismo porcentaje de voto que en las pasadas (la del CIS le quita cuatro puntos, curiosamente), por lo que es posible que todos estos factores se hayan acabado por complementar mutuamente.
- En los minoritarios, vemos que la escisión de Ezker Batua en una rama «madracista», separada de IU («Ezker Batua-Berdeak») y otra «oficialista», dentro de IU («Ezker Anitza», «izquierda plural») parece saldarse en contra de Javier Madrazo. Y el caso de UPyD es aún incierto: sus expectativas dependen de Álava. El CIS les da un 2,3% y necesitan un 3% para pasar el corte, y un 4% para igualar el resultado anterior. Probablemente, en números tan pequeños de votos, estamos tan dentro del margen de error que es muy difícil predecir nada.
Una última apreciación. Durante el debate de «Euskadi Pregunta» del día 5, a un periodista llegó a escapársele llamar al candidato del PNV «lehendakari Urkullu». Es un error muy significativo: éstas con las elecciones inciertas más ciertas que he visto en mucho tiempo. Los resultados pueden ser muy distintos, pero la consecuencia parece clara: el PNV volverá a gobernar y superarán este «paréntesis» bastante reforzados, quizás además a tiempo de rentabilizar el fin de la crisis económica. En ciertos aspectos, volvemos a donde estábamos. Pero de eso hablaremos más adelante.
(Nota: por dar un poco de humor, Nayermaster y yo hemos hecho una pequeña «porra de resultados«. Si alguien quiere probar suerte, ¡adelante!)
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